miércoles, 25 de junio de 2014

TARTALETAS DE COMTÉ


 
De jamón y brócoli, gambas y espinacas,   setas y bechamel…me gustan de mil maneras,  pero  he elegido mi favorita, de queso comté, una de mis debilidades. 
 
Ingredientes:
1 Lámina de masa quebrada
3 Huevos
4 Lonchas de bacon
120 gr. Queso comté (la mitad en lonchitas finas y el resto rallado)
150 ml. Nata líquida
Sal
Pimienta
Mantequilla para engrasar los moldes 

Preparación:
Precalentar el horno a 180º (solo por abajo).
Se engrasan con mantequilla cuatro moldes  de ración o uno grande y se adapta a ellos la masa quebrada. Se pincha con un tenedor de forma superficial y se mete en el horno unos  5 minutos.
Mientras tanto, se trocea el bacon y se pone en una sartén al fuego para que suelte parte de la grasa. Se pasa a un plato con papel absorbente y se reserva.
Se corta la mitad del queso en lonchitas muy finas y el resto se ralla.
Se abre el  horno y se pone sobre los moldes el bacon y unas lonchitas del queso comté. Se cierra el horno y se deja al calor.
Se ligan los huevos batidos con la nata, se salpimienta y se abre de nuevo el horno para verter  esta mezcla en las tartaletas. Por último, se pone el queso  rallado y se deja hornear hasta que están cuajadas. Unos 10 minutos aproximadamente

Consejos:

Las tartaletas se pueden hacer de bacon,  jamón, verduras, queso, pollo, con salsa bechamel, nata, tomate….de cualquier cosa prácticamente. Se pueden comer calientes o frías, y son perfectas para preparar con antelación.
El queso comté tiene un sabor afrutado muy especial. Personalmente me encanta y, aunque es caro, su precio varía según la maduración. Para esta receta se puede usar uno más económico y de sabor menos intenso. 

miércoles, 18 de junio de 2014

CAMPERO PARA CAMPEONES


 
En los 80, los jóvenes malagueños no tomábamos hamburguesas o bravas; cuando salíamos de marcha, nos zampábamos un  campero. Ese bollo de pan redondo (de unos 20 centímetros de diámetro), más contundente que el de hamburguesas y menos que el mollete que, al pasar por el grill, se volvía crujiente y ligero.  Es lo que necesitan nuestros campeones de La Roja para hacer chilenas a los propios chilenos y que nos saquen de esta depresión futbolística. Y todos en casa a preparar camperos malagueños; en mi caso, ya he previsto jarras con tapa, porque con tantos saltos festejando nuestros goles  no quiero que me pongan la alfombra perdida.

Ingredientes:

4 Panes para campero (1 por persona)
Hojas de lechuga lavadas y secas
2 Tomates en rodajas finas
8 Lonchas de jamón york
8 Lonchas de queso
1 Taza de mayonesa 

Preparación:

Cortar los panes por la  mitad y montar  cada campero poniendo lo ingredientes en el orden siguiente:
2 Lonchas de queso
2 Lonchas de jamón york
Mayonesa
Lechuga
Tomate
Más mayonesa (al gusto)
Cerrar el pan y ponerlo al grill u horno hasta que esté dorado.  

Consejos:

Si no encuentras el pan para campero o no podemos seducir al panadero para que nos lo haga, se puede hacer con mollete, que es muy fácil de encontrar hoy día en cualquier establecimiento.
También se le puede añadir a los ingredientes principales pollo, atún, bacon, huevo, lomo de cerdo, ternera…cualquier producto que te guste, seguro que le va bien.
En cuanto a las formas de prepararlo, yo prefiero poner las capas en ese orden para que no se humedezca la parte inferior del pan, ya que el queso, al calentarse, forma una película.
En cuanto a la lechuga, me decanto por las hojas en trozos grandes, en  vez de en juliana.
Como veis, hasta para hacer un bocadillo, cada uno tiene su propia metodología, que, aunque parezca absurda, puede hacer que el campero acabe desmenuzado a tus pies o se mantenga íntegro hasta el último bocado.

martes, 10 de junio de 2014

FLAÓ IBICENCO


 
Carbono 14 tocaba en Ibiza y no había mejor excusa para una escapada familiar.  Allí nos reunimos con nuestros amigos  Xescu, Silvia, Sara y Paco. Xescu y Silvia son buenos conocedores de tan bella isla, de hecho, son los autores de las mejores guías: ‘Ibiza 5 sentidos’, tanto en formato impreso como en Internet a través de la web del mismo nombre. Además, trabajan intensamente para dinamizar la oferta turística isleña, como las recientes y exitosas gastrojornadas. Contar con estos anfitriones de lujo nos ha permitido disfrutar de lugares de ensueño.  Gracias a Xescu conocía  ya muchos platos típicos, pero no había probado el flaó, un pastel de queso y hierbabuena que me sorprendió. Sara, la gourmet y experto paladar más precoz que he conocido nunca, tuvo la generosidad  de confesarme la receta. 

Ingredientes: (Sara lo elabora a lo grande; yo lo hice con  la  mitad de las cantidades indicadas  y me salieron 8 raciones)
Para la masa:
4 Huevos
Ralladura de la piel de un limón
80 ml. Anís
1 k. Harina
400 gr. Azúcar
100 gr. Manteca de cerdo
1 Sobre de levadura
80 ml. Zumo de limón o de naranja 

Para el relleno:
830 gr. Queso fresco
500 gr. Azúcar
Ralladura de un limón pequeño
5 Huevos
9 gr. Hierbabuena fresca 

Preparación:
Precalentar el horno a 200 grados.
Mientras, se elabora la masa. Para ello, se baten los  huevos y se añade el azúcar, removiendo  hasta que quede disuelto. A continuación, se agregan los demás ingredientes en el orden escrito y se amasa.  Se tapa con papel film y reserva.
Para el relleno:
Deshacer el queso en la picadora y, cuando esté bien desmigado, ponerlo en un  bol grande.
Se corta la hierbabuena en trocitos pequeños,  menos 6 hojas  que se reservan para decorar.
 Incorporar los ingredientes que quedan y remover con una cuchara durante un minuto y medio.
Para el montaje, se aplana la masa con la ayuda de un rodillo y se coloca en el  molde, fijándola bien por los bordes.
Se rellena con la mezcla de queso y se decora con las hojas de hierbabuena reservadas para este fin.
Meter el flaó en el horno 15 minutos a 200 grados y, pasado este tiempo, bajarlo a 180 grados el tiempo restante, unos 20 o 25 minutos más.
Servir frío. 

Consejos:
Es importante que la masa quede fina para que no resulte dura a la hora de cortarla y comerla, pero no tanto como para no aguantar el relleno. Si sobra, se puede congelar para hacer otro flaó o cualquier otra preparación dulce que necesite una base de este tipo. 
En cuanto a la manteca de cerdo, yo la sustituí por una margarina ligera y añadí un chorrito de aceite de oliva virgen extra para compensar. Pero si no hay problemas de colesterol, la manteca de cerdo me parece la mejor opción.
El flaó resiste muy bien el paso del tiempo, diría, incluso, que está mejor tras unas horas.