viernes, 13 de mayo de 2016

EMPANADA PASCUALINA


 
Me confieso tremendamente caprichosa respecto a la comida. Debe ser algo genético, pero, lo cierto, es que llevo con agradecida resignación este defecto que tan feliz me hace. Hace unos días,  mi amiga Paloma me envió ingenuamente una foto de la empanada pascualina que acababa de preparar su marido, sin saber que seguidamente tendría que mandarme la receta para hacerla yo misma cuanto antes.
 

Ingredientes: 

2 Paquetes de espinacas congeladas
1 Paquete de acelgas congeladas
1 Cebolla
4 Huevos
50 gr. Queso (usé un manchego tierno)
20 gr. Parmesano
2 Planchas de masa brisa
Sal
Pimienta
Nuez moscada
Aceite de oliva virgen extra
Mantequilla
Azúcar
 

Preparación: 

Hervir las espinacas y las acelgas en agua salada hasta que se hayan descongelado totalmente.
Pasar  a un escurridor para que suelten toda el agua.
A continuación, se cuecen tres huevos durante unos 10 o 12 minutos.
Se corta la cebolla muy fina y se rehoga en una sartén grande con dos cucharadas de mantequilla y dos de aceite de oliva.
Se añade la verdura y sazona con pimienta y  nuez moscada recién molidas.
Dejar enfriar.
Mientras tanto, se pone a precalentar el horno a 180 grados por arriba y abajo con ventilador.
Pelar los huevos cocidos y cortarlos en  cuartos.
Sobre un molde apto para horno, se coloca una lámina de masa brisa.
Se vierte  el relleno de verduras y se distribuyen sobre ellas los trozos de huevo.
Cubrir con los quesos rallados.
Cerrar la empañada con  la otra lámina de masa, pellizcando los bordes para que no se abra.
Pintar la superficie con el huevo batido y espolvorear con azúcar.
Hornear durante unos 30 minutos o hasta que esté dorada.
Servir caliente. 
 

Consejos: 

Un paso importante es escurrir bien las verduras para que no suelten agua durante el horneado. Lo mejor es hacerlo a mano en un  escurridor de los que usamos para la pasta y apretar con un cucharón o espátula.
Intenté secarlas en la centrifugadora de lechuga, pero no sirvió de nada, puede ser que la mía no sea lo suficientemente potente o que las hojas se compacten y no suelten el agua.
Mi aportación a esta receta uruguaya que, a su vez, es de Alba, la encantadora suegra de mi amiga Paloma, fue añadirle nuez moscada recién molida, ya que me gusta mucho su combinación con  las espinacas.
Creo que también quedaría muy bien con unas pasas y piñones tostados, pero quise respetar la idea original. 

1 comentario:

  1. Una sugerencia MARAVILLOSA,me encanta,una forma de comer la verdura con gracia.Muchas gracias por compartir

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